miércoles, 25 de enero de 2006

Edificio


Yo no sé si es cierto que el que pensó este edificio (que es, nada más y nada menos, la vieja Facultad de Ingeniería de Buenos Aires), un ingeniero renombrado -esta sería su obra maestra-, se equivocó en los cálculos y en plena construcción descubrió que la estructura no podía con el peso de la cubierta. El desastre fue, literalmente, monumental. Precisamente por eso llama la atención que el techo sea poco más que plano, sin la menor gracia o el menor atisbo de remate neogótico. El tipo no soportó la vergüenza y se suicidó.

No diré que la historia no me gusta, más bien me encanta. Es como una pequeña metáfora de la propia Argentina.

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