jueves, 22 de septiembre de 2005

Dos mujeres


Las primeras ocasiones en las que te cruzas una chica con kimono tienes el impulso -difícil de contener- de sacarles una foto. Como un premio. Al poco tiempo de estar en Japón intenté reprimirme, a fin de cuentas allí la mayor parte de la gente viste normal y si en todas las fotos aparecía un tipo con zuecos en cierto modo estaría mintiendo, como si alguien dice que en España comemos paella a menudo. Mientras me concienciaba paseaba por Kioto y me crucé con dos chicas de kimono que llevaban una sombrilla naranja impresionante pero claro, no quería hacerles la foto de turno en plan turista. Estábamos en una calle muy estrecha y ellas venían de frente, ya desde lejos vieron mi cámara y venían como conteniendo la risa. Yo me hacía el loco, como si todos los días me cruzase con chicas en kimono en calles estrechas. Impasible pasé a su lado como el que mas, me aparté para que pasaran y me agradecieron con una ligera inclinación de cabeza. Luego seguí. Dios, la sombrilla era preciosa vista de cerca. Según caminaba me remordía por dentro pensando que tenía que hacer esa foto y como a diez o quince pasos, al diablo, me giré levantando la cámara.

Me estaban mirando y estallaron en una risotada de ya-decía-yo que me llegó hasta el fondo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De Carmen,
por ahora, esta es mi favorita, a ver si luego cambio de opinión o no ;).