lunes, 10 de octubre de 2005

Estatua

Ayer volví a ver "Lost in traslation", fue toda una experiencia. Por supuesto me había gustado mucho la primera vez que la vi, y la segunda, y la sexta, pero ayer tuve la sensación de que la mitad de los pequeños detalles de la película habían estado ocultos en mi ignorancia/ceguera. Por poner un ejemplo, al final de la película Bob va en taxi, ve a Charlotte y le pide al taxista que pare y que abra la puerta: en Japón las puertas de los taxis se abren solas, es decir, las abre el taxista. Hay una avalancha de detalles así, la música de los semáforos, las zapatillas del hotel, el hecho de que Charlotte sea la única que se pone a la derecha en las escaleras mecánicas al llegar a Shibuya -has de ponerte a la izquierda para dejar pasar a los que tienen prisa- y mil cosas más. Lo que yo creo que pasa es que nos cuesta mucho desprendernos del cómo creemos que son las cosas o cómo deberían ser. Vemos lo que queremos ver. Seguro que al mirar esta estatua más de uno pestañeó y se volvió a preguntar dónde estaba.

1 comentario:

ramón dijo...

Quizá al de San Francico...

jeje