En el hemisferio sur el agua se va por la pileta en el sentido inverso al reloj, quizás por eso me fijé en estos respiraderos.
Es para mi como un misterio extraño estar al calor en diciembre y que el sol llegue del norte. Las estrellas también son diferentes. En Europa alguna gente le llama mediodía al sur, las tiendas de variedades se llaman ultramarinos y se come turrón cuando hace frío. En Buenos Aires alguien se rió de mi porque, al cruzar las calzadas, siempre miraba a ambos lados. Incluso los semáforos están puestos de otra forma. En poco tiempo decidí dejar de compararlo todo a cada lugar donde miraba y aceptarlo tal y como era. Creo que lo conseguí, sin embargo vi que hay algo invariable ahí donde vas, siempre estás tú.
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