Además de eso, existe una guerra no declarada entre taxistas y conductores de colectivos -autobuses-. En la furia de la ciudad normalmente los impactos entre ellos hacen que el taxista lleve las de perder, como es lógico. Uno de los días en los que estuve resultó que un colectivo se estrelló contra un muro, algo insólito. El conductor murió. Primera baja. Aquella mañana los taxistas no podían ocultar su alegría, el enemigo -por fin- mordía el polvo.
miércoles, 25 de enero de 2006
Calle
Además de eso, existe una guerra no declarada entre taxistas y conductores de colectivos -autobuses-. En la furia de la ciudad normalmente los impactos entre ellos hacen que el taxista lleve las de perder, como es lógico. Uno de los días en los que estuve resultó que un colectivo se estrelló contra un muro, algo insólito. El conductor murió. Primera baja. Aquella mañana los taxistas no podían ocultar su alegría, el enemigo -por fin- mordía el polvo.
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