miércoles, 25 de enero de 2006

Calle

Estaba ahí sentado en la calle Corrientes, sacando fotos a los caminantes, a media tarde. Estaba esperando a que el sol bajase un poco y se alargasen las sombras. Hacía calor. Me distraía haciendo fotos al azar, ahora, ahora no, ahora... ahora no. En un momento dado pasaron, tranquilamente, dos chicas de la mano, ambas llevaban falda blanca y pelo largo, suelto. La verdad es que las dos eran preciosas. Se pararon junto a mi, justo en frente, me quedé congelado. Una pasó la mano por la mejilla de la otra y se besaron como para despedirse, un beso tibio y fresco, cariñoso.

Fue como si el tiempo se hubiera detenido. Hacía mucho tiempo que no sentía envidia de algo o alguien, y ni siquiera sé describir lo que sentí -encima me siento torpe-, porque me quedé atónito. Se fueron; entonces me acordé de la cámara.

2 comentarios:

Maz dijo...

Me encanta esta foto... no sé si es porque me produce una sensación asfixiante, como si el techo se fuese a desplomar sobre mí, o sobre alguien que se despiste pasando por debajo en un instante... Supongo que eso es porque la foto, en sí, tiene vida.

ramón dijo...

el sitio produce una sensación parecida...