miércoles, 25 de enero de 2006
Hombres
Benjamín y Vale no tuvieron exactamente la misma reacción cuando me vieron levantar la cámara y sonreír mientras, con calma, enfocaba, encuadraba... pensaba un segundo y hacía la foto. Luego la bajé con tranquilidad. Cuando Benjamín comprendió lo que acababa de suceder entonces intentó fingir que estábamos por allí haciendo fotos como para arreglar algo o por motivos de seguridad -algo imposible de creer para alguien de dos dedos de frente, aunque bueno, hablamos de militares-. Está claro que el del centro me mira fijamente. Se pregunta, incluso, qué hace allí mismo, en el centro de mi foto, con su camisa verde oliva remangada y su actitud de tener huevos ante lo que sea, boina de lado y sus compañeros a diestra y siniestra. Salimos de allí.
En voz baja, también con calma, Vale me dijo que era un niño. Miré atrás.
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