domingo, 12 de agosto de 2007

Atardecer

Estaba descalzo sobre la cubierta de madera de aquel barcucho, brisa templada piel sabor a mar de China, recuerdo que le dije a Edu algo así como tío disfruta porque esto no durará para siempre. No me jodas, respondió sonriendo.

Pero yo seguí -siempre lo hago-.

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