martes, 27 de diciembre de 2005

Chico en una garita


Nunca había visto tantas armas hasta que fui a Egipto, veías hombres con fusiles por todas partes; casi en cada esquina había un policía, para llegar a algunos lugares era obligatorio llevar escolta, si te fijabas bien distinguías agentes de paisano con pistolas bajo las americanas, chicos con ametralladoras en garitas, puntos de control en las carreteras, soldados y un largo etcétera militar. Lo peor era si te fijabas en ellos, muchos eran simples críos que apenas podían con el peso de los fusiles, aburridos por la falta de acontecimientos.

Egipto gasta casi dos billones y medio de dólares anualmente en sostener su ejército, su servicio militar obligatorio dura tres años. Hay un viejo dicho, "si quieres paz has de estar dispuesto a la guerra". Siempre me pareció una estupidez.

1 comentario:

Stella Alkaraz dijo...

las armas son algo que me pone los vellos de punta...
tienen como una boca muy pequeñita, tanto como letal, por donde en vez de palabras o besos fluye un aliento mortal...una vez apretado el gatillo...no hay vuelta atrás.