lunes, 5 de agosto de 2019

París 4

Un día paseando con Coco por los Campos de Marte vi un huevo de pequeño tamaño en la hierba. Pensé que algún turista lo había tirado, solté algún topicazo al respecto y me quedé tan pancho.

Al día siguiente vi otro -huevo- en una calle aleatoria. Joder con los turistas hueveros. Me paré a mirarlo y claramente no era de gallina sino más pequeño. En fin, que nos piramos.

Luego durante toda la semana he visto cáscaras de huevos eclosionados aquí y allá. Cuando uno se fija están por todas partes. Huevo. En cada cañería. Huevo. En cada alero. Huevo. En cada acera. Huevo. París es básicamente un mar de huevos. Mi pregunta es ¿cómo demonios no los había visto antes? Huevo. ¿No son fascinantes los cambios en los mecanismos de percepción subjetiva -valga la redundancia-? huevo, huevo.

Para romper el misterio diré que a las palomas tampoco las traen las cigüeñas.

Huevo.

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