lunes, 19 de diciembre de 2011

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El principiante deberá olvidar la forma de las cosas, como se hace en pintura donde un coche ya no es un coche ni una calle es una calle ni el cielo está arriba o abajo. No hay personas ni texturas ni expresiones ni bordes ni nada de nada; imaginemos que tenemos una miopía enorme y sólo vemos manchas de color y luminancia, bandas de luz, sombras, azules, amarillos, verdes intensos, tramas, pintas y tonos. Ese será nuestro mundo fotográfico donde nos moveremos completamente ajenos al significado de las cosas. De esta forma, por poner un ejemplo, nosotros veremos un cuadro negro con una mancha blanca arriba y dos manchas alargadas abajo, más pequeñas; por lo tanto debemos ignorar no sólo que eso es una cara y dos manos sino al ser humano que hay tras ellas (en ellas).


(de "La predicción y la espera")

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