jueves, 16 de mayo de 2019

París 2

La gente dice que el papeleo francés es absurdamente complicado. Y bueno, decidir si ese mito es cierto es algo personal que depende de cada uno y su relación con la lógica aristotélica.

Pondré un ejemplo para ilustrar.

-Ramón quiere abrir una cuenta en un banco francés.
-Ramón contacta un banco cualquiera les pregunta qué hace falta.
-Le piden datos, normal. También una dirección y un teléfono.
-Ramón vive en un piso nuevo. Para demostrar su dirección tiene que enseñar una factura a su nombre enviada a esa dirección.
-Como no tiene esa factura, presenta una declaración jurada del dueño.
-El banco quiere la factura o cualquier carta enviada a esa dirección a su nombre.
-Les explica por correo que no hay factura.
-El banco quiere la factura o cualquier carta enviada a esa dirección a su nombre.
-Ramón se persona en el banco y explica la situación.
-El banco quiere la factura o cualquier carta enviada a esa dirección a su nombre.
-Ramón se rinde.

Pasan unos días y le llega una carta a su nombre a esa dirección.

Es una carta del banco diciendo que rechazan su petición porque no puede demostrar su domicilio.

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