viernes, 7 de octubre de 2005

Gente en escalera mecánica

Estoy sentado en el metro con cien o doscientos desconocidos. Vamos todos en silencio mientras por la ventana se ven pasar los subterráneos a toda velocidad. Arriba se escucha una voz femenina que repite los nombres de las estaciones dos veces y luego dice cosas que no entiendo. También suena el traqueteo del vagón y un leve tintineo de la publicidad que cuelga del techo. Metal, plástico y ese olor indescriptible a aceite usado que tienen todos los metros del mundo. Tengo sueño. Trato de despejarme levantándome del asiento y me agarro a uno de los asideros de cuero. Miro mi reflejo en una de las ventanillas, estoy sin afeitar, desaliñado, camiseta negra, bolsa a un lado, cámara de fotos colgando como si ya fuese parte de mi. Me pongo las gafas de sol justo cuando llego a la estación. Le sonrío a mi reflejo antes de irme.

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