martes, 9 de mayo de 2006

Personas paseando


Te despertaste un minuto antes de las cinco. Trataste de fingir que seguías durmiendo pero sabías íntimamente que ya habías tomado el control de lo que soñabas y toda la gracia se había perdido. Finalmente te rendiste y en la penumbra, pies descalzos, fuiste a orinar. En el baño te cruzaste con tu reflejo, barba de cuatro días, pelo negrísimo, y te preguntaste una vez más qué demonios sería de ti, al final de todo.

Apenas habías regresado a la cama sonó, muy lejos, un himno de estos revolucionarios como de alguien que estaba probando unos altavoces. Al poco un hombre gritó pero no conseguiste entender qué. Y luego un gallo.

Mirando al techo alto, estirado en la cama como muerto, manos sobre el pecho, pensaste en el día anterior. Te habías ido por la tarde al Malecón a dar una vuelta y tratar de remediar el desastre fotográfico en el que estabas envuelto. Habías hecho lo de siempre, algunos contraluces, un par de fotografías de nubes y niños saltando al agua, nada especial. Quizás eso o la cena con música de Julio Iglesias –que no eras capaz de quitarte de la cabeza, ni lo lograrías en un puñado de días- era lo que había conseguido deprimirte un poco. Sin rumbo, sin señas de identidad. Pensabas en todo ello en la cama, mirando al techo alto, tumbado como un muerto, manos sobre el pecho. También te preguntabas qué sucedería horas más tarde cuando fueses a la Plaza de la Revolución. Era 1 de Mayo en La Habana (como en el resto del mundo), Castro daría un discurso para un millón de cubanos. Todas las calles y plazas estaban llenas de carteles invitando a la asistencia. Estaba claro que irías, como un autómata, para cumplir estrictamente con tu clisé de turista aventajado, de chico inquieto, de alma en pena.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad,lo vi con el zoom, el amigo de la derecha toca una gaita, pero no en Galicia, en Cuba!!!!
Qué sentiste,al escuchar un instrumento tan propio en un entorno tan diferente????
N.

ramón dijo...

Estaba tan lejos que no se oía. Sólo el mar y la brisa...

Maz dijo...

Vaya, pues la foto es preciosa, y casi la oyes sonar... aunque no la oyeras...