Te acostumbraste nuevamente al horario con el que cuarteabas tu vida y a la repetición taciturna de momentos (el café, el trabajo, la comida, la hora de salida, llegar a casa, acostarse, apagar la luz) y todo aquello quedó más lejos que nunca, como un sueño desordenado y agridulce. Casi de antemano sabías que aquello no acabaría bien.
Nunca volveré –pensaste-.
3 comentarios:
La segunda de las fotos me recordó la canción de Sabina sobre la Habana donde dice "y en cada bicicleta caben tres", la tercera donde la tomaste? estuviste también en las Galápagos y no nos enteramos????
N.
jejej
no, en una isla que no tiene nombre...
Sí, a mí me gusta mucho también la segunda foto. Aunque no sé exactamente qué es lo que me recuerda.... supongo que historias de mi abuela o mi bisabuela (sobre todo el del quimbombó, será el recuerdo que tenga siempre de ellas y de Cuba).
Publicar un comentario