martes, 9 de mayo de 2006

Multitud


El último día estabas ya impaciente por regresar; habías errado un poco tus planes económicos y te quedaban apenas diez pesos convertibles para todo el día. Habías dejado para aquel sábado (como si fuese la parte más dulce del pastel) la visita al Museo de Bellas Artes –incluso antes de saber de los Sorolla-. Era posible que tras pagar la entrada no te quedase para comer pero creíste (con razón) que no morirías por ello. Te habías despedido mentalmente del Malecón y de las ruinosas casas de la Habana Vieja, del olor a queroseno, a orine, a basura acumulada, a mar, a hojas verdes, a gente. Habías escrito tus cartas, hecho tus fotos y te habías dejado llevar por la casualidad de tus paseos. No tenías muy claro qué sería de todo aquello en unos años y si podrías volver a verlo como aquella vez. El día anterior, en el Museo de la Revolución, siguiendo educadamente tu plan preconcebido, habías leído durante varias horas la trayectoria del país y se te antojaba incierta. En una sala dedicada al Che te habías emocionado sinceramente (nadie te veía), tú, con tu talante severo y rígido de aquel entonces, casi amargado, heredero de conquistadores y mozos de bar, gallego, extremeño, español y europeo todo a un tiempo. Habías visto la foto del Che muerto con un hijoputa (quizás pagado por la CIA, qué importa) agarrándole del pelo. Habías tragado sonoramente y contenido un nosequé en el pecho. Saliste de allí con expresión deslucida. Pensaste entonces que la tristeza o la congoja, cuando es cierta, no tienen nada de poéticas.

Finalmente el viaje había servido de algo –aparte de maldormir en aquel cuartucho, como cuando estabas enamorado-, te había devuelto de una patada al mundo de los que sienten, de los que añoran, de los que pueden ser felices, algún día.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!
Así que melancólico haces fotos con color?
muchos besos aunque no te dejes

PMB

Anónimo dijo...

Hola,
la foto sumamente intrigante: a lo lejos y fuera de foto se ve un hombre de uniforme verde dando un discurso, pareciera ser Fidel Castro, la mitad de la gente mira hacia él, la otra mitad (la más cercana a la cámara) mira en sentido contrario, dándole la espalda. Sumamente interesante!!!
Natalia

Anónimo dijo...

Quise decir "fuera de foco", se entiende
Natalia

ramón dijo...

¿Que no me queje?

jejeje