Hoy soñé que estaba en Cabeza del Buey, el pueblo de mi madre, buscando mi coche Peugeot 205 blanco que hace años había dejado aparcado allí. Bajaba del tren y me ponía una camiseta blanca -inexplicable- y me iba por la calle del Olivo a ver si lo encontraba pero en vez de eso llegaba a casa de mi madrina (que no veo en años) y una señora me decía que buscase por la parte baja del pueblo y lo encontraría. La mujer se convertía en mi abuela -que lleva muerta varios años- y me daba mucha pena verla sabiendo que era imposible que fuese ella. Salí de la casa y estaba de repende en otra parte del pueblo, en una especie de cochera claroscura, y veía a una chica vestida con un traje tradicional extremeño pasar de la luz a la sombra y fue tan bonito que me sentí fatal por no tener la cámara a mano. La seguí, y todas las calles merecían una foto, las casas blancas, el sol de la siesta, la sierra a lo lejos, los olivares, un tractor pasando en la distancia, unos viejos a la sombra con sus boinas grises de paño. De repente recordé dónde estaba mi coche pero desperté antes de llegar a él; eran las cinco y estaba en Manhattan. Cecilia dormía en silencio a mi lado, ella no lo sabe pero muchas veces sonríe al dormir y está muy guapa. Pensando en mi abuela -Manuela- le di un beso en la frente sin despertarla y salí de la cama a oscuras.
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