Edu y yo vimos a este hombre vendiendo en la bocacalle, era demasiado tentador hacerle una foto pero estaba muy cerca y era un poco violento. Así que le engañamos como a un niño; Edu se puso a señalar al fondo de la calle y hacer aspavientos y él le prestaba atención embelesado. Y yo hacía lo propio.
Fue divertido pero luego nos sentimos un poco como escoria.
1 comentario:
esta foto debió llevar por título "objeto de nuestro capricho". Lamentablemente no lo viste, no lo vieron como a una persona.
N.
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