Intento escribir atontado por el sueño. Pensé en hablar de aquellos días en los que nos perdíamos por los barrios de Karak buscando algo de comer muertos de hambre, falafel, hummus, pan -que le dicen jopesh-, swarmas, pasteles dulces con pistachos, naranjas inmensas, ensaimadas de coco, tabuleh, patatas fritas, té con menta y café turco. Joder, qué paraíso. Lo voy a dejar aquí que igual me despejo y a ver de dónde saco yo un kilo de garbanzos a estas horas. Y comino, importantísimo.
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