miércoles, 30 de noviembre de 2016

NY, 5

William Randolph Hearst fue un famoso editor que levantó un imperio periodístico en los Estados Unidos. Tras comprar el "The New York Journal" se metió en una sucia guerra editorial con "New York World" cuyo dueño era un tal Joseph Pulitzer. El conflicto, cuyo cenit se situó entre los años 1895 y 1898, llevó a ambos periódicos newyorkinos a un bochornoso sensacionalismo barato con titulares aterradores en letras grandes sobre noticias irrelevantes, uso abusivo de fotografías escandalosas, entrevistas falsas, pseudociencia, citas inventadas de expertos que no lo eran, énfasis en suplementos dominicales a todo color y cierta simpatía por la gente desgraciada puteada por el sistema. Curiosamente ambos rotatorios publicaban una tira de cómic bastante lamentable llamada Hogan's Alley cuyo protagonista se llamaba The Yellow Kid ("el niño amarillo"), motivo por el que no tardó en llamarse a ambos periódicos la "prensa amarilla".

El primero de los magnates, William, además de promover de forma poco ética la guerra del 98 contra España y ser elegido congresista, trató de ser alcalde de Nueva York dos veces; nunca lo consiguió. En 1911, pocos años después de que los hermanos Wright volasen por primera vez en Kitty Hawk, Carolina del Norte, y en plena fiebre aeronáutica, al magnate se le ocurrió la idea de ofrecer el "premio Hearst" de $50.000 a aquel que realizase el primer vuelo de costa a costa en los Estados Unidos. La única condición era que debía de hacerse en menos de 30 días. No hace falta decir que ese dinero en la época equivale a mucho más hoy en día, aproximadamente un millón y medio de dólares. La hazaña -porque lo era- la consiguió un tipo llamado Calbraith Perry Rodgers que despegó con un avión Wright Model EX desde Brooklyn el 17 de septiembre de 1911. Tras 70 paradas, llegó el 5 de noviembre a Pasadena, California. Llevó el primer saco de correo postal de costa a costa pero al haberse pasado 19 días no vio ni un centavo del señor Hearst. Eso si, se hizo famoso como pionero aviador hasta que el año siguiente se mató en un accidente aéreo. Además de su logro costa a costa, fue la primera persona en morir en un avión por culpa de una banda de pájaros.
El señor Hearst fue la inspiración para el protagonista de la película rodada por Orson Welles en 1941 bajo el título de "Ciudadano Kane".

Pulitzer, por su parte, tras crear y promover toda su vida la prensa amarilla, se quedó con cierto cargo de conciencia. Murió en las mismas fechas en el que nuestro piloto Perry Rodgers sobrevolaba incansablemente el país con su avioncillo pero el editor dejó cabalmente establecido que todo el dinero que había amasado con sus periódicos de mierda (unos dos millones de dólares de la época, un pastón) fuese destinado a la Universidad de Columbia, en Nueva York, donde se fundó la Escuela de Periodismo al año siguiente, el 1912. La misma Universidad creó en 1917 los Premios Pulitzer que hoy en día son lo mejor que te puede pasar en el mundo editorial.

El señor Pulitzer está enterrado en un cementerio del Bronx llamado Woodlawn, bastante cerca de donde está la tumba de Miles Davis.


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