jueves, 17 de noviembre de 2016

NY, 1

Si eres de ciudad pequeña (como yo) es posible que no sepas qué coño es un bagel -que se dice algo así como beiguel-. En Nueva York los ves por todas partes: carritos en la calle, supermercados, cafés, diners (las cafeterías de platos combinados) y delis (que es como se llaman a las tiendas pequeñas de barrio). Pues bueno, es un pan polaco con forma de toro (es decir, de rosquilla) original de la ciudad de Cracovia. La primera mención al mismo data del año 1610 en un reglamento que decía que había que dárselos a las mujeres de parto. Se hizo muy popular en todo el país y en especial entre los judíos que siglos después lo llevarían a América. La variante de Nueva York -porque hay muchas- es esponjosa y lleva sal y malta. La principal diferencia con el pan común es que la masa del bagel se cuece antes de hornearla de modo que la miga es más densa.

Luego a esto le pones en medio lo que quieras, queso cremoso, mantequilla de cacahuete o salmón con arúgula. Cada uno escoge su veneno.


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