In the shrine

Entre en uno de esos santuarios shinto de las peliculas. Estaba completamente vacio, solo yo. Pase por un jardin zen, entre en un patio, otro jardin, asi varias veces. Llegue a un sitio donde vi unas sandalias al lado de una puerta y dude si deberia descalzarme. En esto sono un gong, muy grave. Puede parecer una tonteria pero entre el silencio pleno y el sonido del gong -ambos a un tiempo- se me pusieron los pelos de punta.

Entre.

No paso mucho rato cuando aparecio un monje -con pinta de Buda- y me hizo una senial de x con los dedos -eso significa que esta cerrado-.

Sali.

En el segundo intento -en otro ala del santuario que me parecio abierta- si que me quite los zapatos. A todo esto el gong no paraba de sonar -en realidad era una campana-, cada minuto un dooong muy largo. Aparecio el mismo monje de detras de un sohi -una puerta de papel de arroz- y me miro los pies. Durante una milesima de segundo se que le sorprendi.



Apunte 1. En los museos no dejan hacer fotos, es una lastima.

Apunte 2. El trabajo -por fin- fue como dios. Me persone en la EXPO a las 21:00 h y pude verlo en el pabellon de Espania a 16 pantallas. Durante un rato incluso me emocione y eso que estoy harto de verlo. Le di las gracias a los frikis de ayer conteniendo una sonrisa y me fui dando saltitos.

Apunte 3. En la EXPO me pase por el pabellon de Cuba, son unos ases, tienen a un tio tocando la guitarra -no os haceis a la idea del exito que tiene- y a dos poniendo mojitos, el chiringo es de madera y te piden en la salida que devuelvas los vasos de plastico -aunque te puedes quedar con la pajita, eso si-.