Al regresar durante unos momentos mágicos no reconozco mis cosas, ni la silla, ni esa cama o esos libros. El cepillo de dientes parece abandonado y seco, los vasos dispersos, la ropa reseca en el tendal, sobre la mesa hay cáscaras de pistachos y en el parqué un único calcetín gris. Todo en un silencio contenido.
Esto era mi vida -pienso-.
2 comentarios:
Que genial, me encantó tu escrito. Y la foto es perfecta. La verdad que siempre que vuelvo a casa de algún viaje tengo esa sensación "esto era mi vida". Que bueno.
:))
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