Todos sabemos que nada es para siempre y aún así nos cuesta aceptarlo cuando vemos un final cercano. A veces nos preguntamos qué será de nosotros y si este tren será el último pero luego nunca importa demasiado. Te deja un amor y lo olvidas. Se rompe el coche y compras otro. Pierdes aquello tan preciado y bueno, realmente no lo necesitabas tanto. Puedes ir quitando poco a poco todo lo superfluo, lo accesorio, recortando aquí y allá en tu vida dejando de lado todo lo que realmente no necesites, chocolate, este amigo, un par de besos, regalos, aquel pantalón, muchas cosas y sensaciones. Cuando hagas eso y te sientas satisfecho ten mucho cuidado con el hueco.
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