viernes, 15 de mayo de 2009

Mar Muerto

En el Mar Muerto flotas sin más. Es una cosa bastante tonta, entras en el agua y de repente no te hundes, puedes incluso apoyarte sopre el pecho y levantar brazos y piernas como cuando te tiras en paracaídas. El agua es aceitosa, muy tóxica. Notas una especie de aura de fuerza a tu alrededor, es la sal que quiere entrar en ti. Una sola gota en tu boca y te jodes de verdad. Imaginad lo bien que lo pasé yo que metí la cabeza -haciendo el muerto- y me entró por la nariz.

Tuve cinco minutos de ingravidez, la sensación era tan desagradable que el mundo dejó de ser mundo, lloré, contuve las ganas de vomitar, todo dando vueltas y un retorno al pasado y al futuro fundido con una poderosa sensación interna de que me estaba muriendo. Al mismo tiempo me sentí mejor que nunca, me reí -nos reímos, que Edu no paraba-, maldije, escupí, me cagué en dios y por la ranura de un ojo, poco a poco, se hizo la luz.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Madre mía,
que locura...
jamás se me hubiera ocurrido meter la cabeza en esa balsa oleosa...
piedra diluída, sal mojada...
uffff

Anónimo dijo...

tanto prurito de no meterte en el Ganges para terminar flotando en las muy tóxicas aguas del mar muerto...

N :)

Anónimo dijo...

mar muerto: porqué te llamas así?: será porque si alguien entra en ti: siente que vuelve a la vida intrauterina: eres acaso una especie de líquido amniótico?: es extraño: ansiar esa vida intrauterina es querer morir: la vida comienza con el nacimiento: "se hizo la luz": cuantas veces ansiamos esa vida intrauterina, ese paraíso perdido: cuantas veces ansiamos la muerte: un lugar protegido de toda agresión: la vida es lo contrario: la vida duele.

N.