domingo, 15 de febrero de 2009

Nueva York, 23 de diciembre de 2008

Ayer en el metro estaba mirando la ventanilla oscura del túnel cuando de repente apareció otro tren a nuestro lado, en la misma dirección. Durante unos segundos -eternos- fuimos a la par y pude hacer fotos del vagón paralelo, estaba muy muy cerca y todo era emoción. En ese instante nuestras vidas se habían entrelazado y súbitamente se bifurcaron -jamás volveremos a estar juntos-. Sólo un recuerdo de luces borrosas, siluetas y temblor. Como una noche cualquiera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hablando de encuentros y desencuentros... y Poseidón??...se habrá perdido acaso en el fondo del mar???

N.