Ayer en el metro estaba mirando la ventanilla oscura del túnel cuando de repente apareció otro tren a nuestro lado, en la misma dirección. Durante unos segundos -eternos- fuimos a la par y pude hacer fotos del vagón paralelo, estaba muy muy cerca y todo era emoción. En ese instante nuestras vidas se habían entrelazado y súbitamente se bifurcaron -jamás volveremos a estar juntos-. Sólo un recuerdo de luces borrosas, siluetas y temblor. Como una noche cualquiera.
1 comentario:
hablando de encuentros y desencuentros... y Poseidón??...se habrá perdido acaso en el fondo del mar???
N.
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