miércoles, 27 de septiembre de 2017
martes, 26 de septiembre de 2017
Notas aleatorias nº 16
>> En general me defino como una persona anti-nacionalista porque me parece pobre esa necesidad de poner etiquetas y barreras, ya no digamos el considerarse mejor que otra persona por ser de aquí o allí. Esto no sólo se refiere al nacionalismo catalán o gallego sino también al español, europeo, americano o zulú. A pesar de esto me parece que la respuesta del Gobierno a la reclamación catalana es inmensamente lamentable y que el verdadero problema que tiene que resolver no es el cómo detener un referéndum ilegal sino el cómo convertirlo en legal. Si la Ley no lo permite pues se cambia la Ley, que para eso la hemos escrito nosotros, no ha caído del cielo impresa en tablas de adamantium en un meteorito estelar. Veo con estupefacción que los medios de comunicación "españoles" se dedican a difamar con todo lo que tienen a los catalanistas de pro, hoy sin ir más lejos me dio la risa loca al ver que El Mundo publicaba un artículo sobre el tatarabuelo de Artur Mas informando de su condición de esclavista ¿Tenemos tres años o qué? Anacronismo aparte ¿es responsable este señor de los actos de sus antepasados? ¿acaso eso le deshonra de alguna manera? Que nos detengan a todos porque la estadística dicta que algún ancestro suyo o mío o mutuo violó a alguien durante el siglo XVII, pasó a varios por la espada en el medievo, injurió a algún morisco o judío, robó o faltó al saludo en tiempos del Imperio. En fin, que no me da la gana de considerar a los catalanes como unos pobres desgraciados mal aconsejados. Que voten. Y si es que no, pues seguimos con la Liga. Y si es que si, pues tendré un sello más en el pasaporte cuando les visitemos en enero para comer unos calçots en la Costa Brava. Y todos felices.
>> Sigo con mis clases de francés en el Empire State. Se entra por una puerta giratoria en la calle 34, hay un pasillo de tres pisos de altura estilo art decó con formas geométricas doradas y plateadas sobre negro. Hay empleados uniformados de rojo por doquier, tres de ellos tras una mesa gigante llena de monitores donde te toman una foto y te dan un código de barras. Te escaneas y pasas unas puertas rotatorias y en una pantalla táctil pulsas el piso que quieres. Sesenta y tres. La pantalla brillante te dice qué ascensor te lleva ahí, hay diez (de setenta y dos totales). Entras y no tiene botones ni nada, sólo un número que indica en qué planta estás. Sales, literalmente, disparado arriba. Al llegar mareado por la velocidad y el patrón anisotrópico de la puerta, se abre un lugar en obras con muros viejos, viejos tubos de correo, cañerías vistas, pasillos mal iluminados, puertas gastadas y apariencia años cuarenta. Todo parece escaso hasta que ves una ventana y el sol se está poniendo sobre Nueva York y hay miles y miles de azoteas brillando con luz anaranjada, mortecina y otoñal. Je pense que c'est très agréable. Bien que les murs, ceux de Lugo.
>> Esta semana me crucé con un negro de dos metros, gigante, con traje de ejecutivo y un chupete de bebé en la boca. También con una señora con la cara pintada de rojo, con una polinesia con un papagayo y un tipo que bailaba solo mientras esperaba a que el semáforo se pusiese blanco. En Nueva York hay de todo menos semáforos con hombrecitos verdes.
>> Estoy en el supermercado comprando jamón serrano y hay un tipo a mi lado eligiendo unos chorizos. Tiene dos en la mano y mientras revisa la etiqueta de uno, le llaman por teléfono.
-¿Si, amor?
(ruido en el teléfono, alguien hablando)
-Si, estoy aquí en Grand Central comprando queso.
>> Sigo con mis clases de francés en el Empire State. Se entra por una puerta giratoria en la calle 34, hay un pasillo de tres pisos de altura estilo art decó con formas geométricas doradas y plateadas sobre negro. Hay empleados uniformados de rojo por doquier, tres de ellos tras una mesa gigante llena de monitores donde te toman una foto y te dan un código de barras. Te escaneas y pasas unas puertas rotatorias y en una pantalla táctil pulsas el piso que quieres. Sesenta y tres. La pantalla brillante te dice qué ascensor te lleva ahí, hay diez (de setenta y dos totales). Entras y no tiene botones ni nada, sólo un número que indica en qué planta estás. Sales, literalmente, disparado arriba. Al llegar mareado por la velocidad y el patrón anisotrópico de la puerta, se abre un lugar en obras con muros viejos, viejos tubos de correo, cañerías vistas, pasillos mal iluminados, puertas gastadas y apariencia años cuarenta. Todo parece escaso hasta que ves una ventana y el sol se está poniendo sobre Nueva York y hay miles y miles de azoteas brillando con luz anaranjada, mortecina y otoñal. Je pense que c'est très agréable. Bien que les murs, ceux de Lugo.
>> Esta semana me crucé con un negro de dos metros, gigante, con traje de ejecutivo y un chupete de bebé en la boca. También con una señora con la cara pintada de rojo, con una polinesia con un papagayo y un tipo que bailaba solo mientras esperaba a que el semáforo se pusiese blanco. En Nueva York hay de todo menos semáforos con hombrecitos verdes.
>> Estoy en el supermercado comprando jamón serrano y hay un tipo a mi lado eligiendo unos chorizos. Tiene dos en la mano y mientras revisa la etiqueta de uno, le llaman por teléfono.
-¿Si, amor?
(ruido en el teléfono, alguien hablando)
-Si, estoy aquí en Grand Central comprando queso.
lunes, 25 de septiembre de 2017
viernes, 22 de septiembre de 2017
jueves, 21 de septiembre de 2017
miércoles, 20 de septiembre de 2017
martes, 19 de septiembre de 2017
lunes, 18 de septiembre de 2017
viernes, 15 de septiembre de 2017
jueves, 14 de septiembre de 2017
miércoles, 13 de septiembre de 2017
martes, 12 de septiembre de 2017
lunes, 11 de septiembre de 2017
Notas aleatorias nº 15
>> Al volar a América desde Europa uno pierde seis horas de vida. Crees que las vas a recuperar algún día pero no es cierto.
>> Se desconoce si la palabra palangana (usada por los buscadores de oro) viene de la palabra ibérica "palaga" (pepita de oro). Investigando eso me enteré que palangana en Perú es sinónimo de pedante; el asunto viene de cuando los negros -y chinos- fueron liberados de su esclavitud. Si se lavaban la cara o manos la gente los tenía por fanfarrones, como que querían ser más de lo que realmente eran. Unos creidillos.
>> Voy sentado en pasillo en la zona turista de un Boeing 787 rumbo a Barcelona desde Newark. A mi lado hay dos americanos hablando sobre España. Uno le pregunta al otro:
-¿Oye, esto está pegado a África?
-No, hay un hueco.
>> Una señora argentina llamada Maria Cecilia nos ha alquilado una habitación junto a las Ramblas. Saco fotos a los tejados catalanes y luego voy a por agua. En la cocina está la dueña frente a una mesa con vino, queso, jamón serrano, ensaladilla rusa y paté de lo-que-sea. Mientras lleno el vaso, con la boca medio llena, me explica que su hija es vegana y ha programado un mes de desintoxicación para ambas. Empiezan mañana. Hoy se está poniendo ciega de todo.
>> Pasamos a medianoche por una calle en Nueva York donde alguien ha tirado un colchón. Hay un tipo bien vestido, con gafas de sol, fumando, que se ha tirado sobre él y está dando vueltas como una peonza. Parece feliz.
>> Lo malo de la vida tal y como se cuenta es que puedes pillarte la mano en una puerta y luego escribir unas notas como éstas y que nadie se entere de que en realidad te palpita la sien de dolor. Me jode pero es inevitable.
>> Hoy empiezo mis clases de francés. Han cambiado la oficina y resulta que son en el Empire State. Como es 11S, podré ver las torres gemelas de luz desde un piso 68.
>> Hoy empiezo mis clases de francés. Han cambiado la oficina y resulta que son en el Empire State. Como es 11S, podré ver las torres gemelas de luz desde un piso 68.
>> Ayer mismo fuimos a mirar un apartamento para alquilar en Park Avenue. El portero era un señor albanés de gafas de culo de vaso que nos recibió de manera un poco hosca. Nos dijo que esperásemos en unas sillas del hall. Pasó un vecino. Luego una familia. Luego una chica salió del ascensor mientras el sol de media tarde se esparcía por los azulejos y dilataba la espera. En esto llega una señora mal encarada con un perro y le dice al portero que tiene que llamar al exterminador, que tiene un asedio de ratones o cucarachas en su casa. El pobre tipo le contesta que mañana -hoy- estará hecho. La mujer se va.
Hubo un largo silencio en el portal. Tras eso se oyó la voz del hombre preguntando.
-¿Han escuchado eso?
Otro breve silencio, y luego.
-Si.
viernes, 8 de septiembre de 2017
jueves, 7 de septiembre de 2017
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