Supongo que a estas alturas todos saben que hoy, 8 de marzo, es el Día Internacional de la Mujer.
Lo que sabe menos gente es que antes se llamaba Día Internacional de la Mujer Trabajadora y que conmemoraba un trágico evento sucedido en Nueva York, también en marzo (pero el día 25, no el 8), del año 1911. Se trata del incendio que se produjo en la fábrica de camisas Triangle Waist Co. donde perdieron la vida 123 mujeres y 23 hombres. Casi todas eran italianas y de Europa del Este y tenían entre 14 y 23 años de edad.
La fábrica producía unas camisas femeninas llamadas "shirtwaists", las trabajadoras trabajaban 52 horas y cobraban unos 10 dólares semanalmente (que equivalen a unos 200 de hoy en día).
Por aquel entonces las fábricas solían cerrarse a cal y canto con las mujeres dentro para evitar los hurtos. Esta fábrica estaba en los pisos 8, 9 y 10 del edificio Asch en la esquina de Green Street y Washington Place, es decir, casi en la plaza del mismo nombre.
Y bueno, no se sabe qué produjo el incendio, una colilla, una máquina de coser, sabe dios. Con todo el material textil el fue se propagó muy rápido y quemó o asfixió a casi todos. Las escaleras de bomberos solo llegaban al sexto. Sesenta y dos personas no murieron quemadas, lo hicieron al saltar por las ventanas y estrellarse en la acera. Un hombre y una mujer saltaron al vacío besándose.
La tragedia fue el detonante para el cambio y mejora de las condiciones de trabajo femenino en los Estados Unidos y la creación de sindicatos de mujeres.
Aunque los dueños de la fábrica, Max Blanck e Isaac Harris, eran conscientes de que las puertas estaban cerradas cuando empezó el incendio, no hicieron nada; a pesar de eso se libraron de los cargos de homicidio en primer y segundo grado pero los encontraron culpables de negligencia así que tuvieron que pagar una indemnización de $400 por víctima. El primero de ellos, Max Blanck, fue multado dos años después -$20- por volver a cerrar las puertas de su nueva fábrica.
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