Calor denso; no se puede ni escupir, joder. Dormí desnudo y me desperté asustado a las cinco de la mañana, suele pasarme cuando me acuesto sin ropa, como si una simple camiseta fuese una armadura que me protege de todo en la vida. De ti. De mi. De los demás.
Para volver a dormirme pensé en un bosque de bambús : mi cabeza me engañó y olía a té y arroz : caminaba por él : en un silencio contenido : sudaba imaginariamiente : también en la realidad : así que por un instante el universo se superpuso y pude entenderlo todo con claridad infinita.
1 comentario:
La imagen, excelente. Y las palabras, muy intensas.
Un saludo.
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