jueves, 15 de enero de 2009

Gente

12 comentarios:

edu dijo...

faltan 22 minutos para las 12...

Anónimo dijo...

me llamó mucho la atención esta imagen que muestra la parte gregaria del ser humano.
Es como una rosquilla gigante no sólo a la vista, sino también al sabor, parece que sabe dulce estar allí...
A las 12 quizás se rompa el encantamiento y recuperen su parte individual y sean nuevamente como tigres.

N.

edu dijo...

muy bonito eso de"sabe dulce estar allí"
en la foto pasa como en los parques, que de las rejas hacia dentro el mundo se permite una tregua y deja atras las penas y el estrés, supongo que las plantas relajan nuestro alma... y una vez fuera volvamos a ser tigres solitarios que vemos a los demás como presas o rivales...

deberíamos dejar que el verde volviese a ocupar nuestras ciudades.
E.

Anónimo dijo...

Edu, recuerdo cuando estaba en Madrid cómo me gustaba ir al parque del Buen Retiro y caminar por sus senderos rodeada de hermosos árboles y ver al atardecer los reflejos multicolores del Palacio de Cristal. Era muy bonito...

N.

edu dijo...

El retiro es un oasis dentro de Madrid...yo suelo pasearlo siempre que puedo...ni te imaginas lo impresionante que fue el otro día que nevo toda la noche y al día siguiente llenó de ilusión a miles de madrileños,entonces si que fue una tregua, blanca, muy blanca.

Además no pudimos ir a trabajar y estuve todo el día con Ramón allí jugando y haciendo esculturas, fue como un día sin colegio...

adoro el retiro

E.

Anónimo dijo...

...si que sabe dulce ese día sin colegio que me cuentas... empecé a recordar otros oasis que hay en Madrid... escuchar un violín en la Plaza de Oriente, tomar en la confitería San Ginés un chocolate que te calienta el cuerpo y el alma, caminar por la Castellana, la zona que más me gustaba de esa avenida era la que estaba alrededor de la fuente de...Neptuno, si,...vaya coincidencia... ;)

N.

Anónimo dijo...

joder como se os va el perolo, intentar no hacer comentarios hasta que dejeis la metadona.

Anónimo dijo...

Anónimo:

Quizás debieras pensar en la violencia que te lleva a insultar, despreciar y descalificar a los demás por sus comentarios solamente porque no te gustan a ti o no te parecen adecuados. Creo que uno debe firmar sus comentarios, yo si bien aparezco como anónimo siempre firmo mis comentarios con N. que es la inicial de mi nombre: Natalia, y el dueño de esta blog que es Ramón puede identificarme perfectamente.

Quizás puedas pensar en reemplazar la violencia hacia los demás haciendo tus propios comentarios a las interesantes fotografías de esta blog.

N. (Natalia)

edu dijo...

gracias Natalia por la defensa, aunque gente así no merece la menor atención, es evidente que no tiene nada interesante ni inteligente que decir...

PD: la escultura de Neptuno es de mis favoritas de Madrid...


E.

Anónimo dijo...

edu, estuve pensando en los oasis, a raíz de tus comentarios, los míos y esta foto, que bien podría titularse "oasis", ya sé que a Ramón no le gusta inducir con títulos interpretaciones y está bien que así sea porque entonces deja que la obra artística la termine quien la observa.
Como te decía pensé que no sólo hay lugares oasis y situaciones oasis sino también personas oasis... ¿cómo uno sabe que ha llegado a un oasis? ...lo sabe quien conoce el desierto...

N :)

edu dijo...

puede que me sienta muy triste esta noche...pero siento que se me ha metido todo un desierto por la boca...hoy no puedo intuir nada verde entre las arenas...

perdón por mi tristeza


e.

Anónimo dijo...

edu, no tienes que pedirme perdón por tu tristeza, ya sabes aquello que dicen que una tristeza compartida se vuelve media tristeza...

una poesía para ti, me gustaría que te pudiera acunar como la voz de Michelle, pero no tengo pretensiones de oasis ni de luz de faro tan sólo de hojita verde o luz de vela…

Mirar al sol

A veces no hace falta más
que mirar hacia el sol
cuando se está levantando
en el cielo
y pedirle que nos caliente
por fuera y por dentro
en una suerte de ancestral
plegaria.
Y cerrar los ojos
y sentir esa calidez
que nos rodea
y nos penetra
mientras tanto la gente
parlotea alrededor
gastando energía
y no recibiéndola
olvidando el contacto
con la naturaleza, la vida,
la sencillez, la armonía,
el ritmo de la vida
y la importancia
del silencio
donde podemos escuchar
el ritmo del corazón
y saber que estamos vivos,
realmente vivos.

un abrazo cálido
N.


P.D: olvidé que allí es invierno... pero quizás mañana sea un bonito día domingo con sol... y si no es así, el 21 de marzo comienza la primavera...