viernes, 9 de mayo de 2008

hombre en bicicleta


Vamos en un tren nocturno a Dali. Mientras ellas duermen escribo con el vaivén y el sonido ronco de las vías bajo mi vientre. De vez en cuando una luz naranja pasa por las paredes dando forma a las literas y a mi mismo.

(...)

en la sombra
te oigo respirar
pero no sé quién eres

(...)


La mañana no despeja el sueño. Una niebla extraña cubre los arrozales. Pasa un túnel. Podríamos salir a otro mundo y no me sorprendería lo más mínimo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la noche...una luz fugaz en medio de la noche...y te desconoces...y la mañana que no despeja...y una niebla tan extraña, tan desconocida...que ya nada te sorprendería.

Qué interesante el viaje interior que estás haciendo dentro de tu viaje por China y encima logras retratarlo con fotos!...aunque se presiente como todo viaje interior un tanto doloroso...
N.