epílogo

Pasaporte de la Unión Europea, iPod Nano con música pirata y fotografías en blanco y negro, Rayuela edición de bolsillo, Nokia negro, El hombre en el castillo (de K. Dick), billete París-Guangzhou, Moleskine negra, Pilot negro punta fina, botas de Goretex, vaqueros Levis 505, camiseta EasyWear, gafas negras Diesel, reloj Casio f-91w, mochila Vaude naranja gastada y claro, tu Canon EOS-20D.

Pero si, te crees un aventurero empedernido.

montaña (fin de la serie)

El camino que sube y el que baja son uno y el mismo.

hombre comiendo

Aunque la razón es común a todos, la mayoría vive como si tuviera un pensamiento propio.

pájaro

Es imprescindible saber volar.

árbol

Algo digno de ser contado. En la oscuridad. Con pensamientos, ojos abiertos o cerrados. Posición fija, horizontal. Respiración rítmica. Piensa. Lo tienes en la mente, ahí está espiral y triángulo superpuestos de forma imposible. Si, digno de ser contado. Cierra los ojos. Respira. Escucha. Corazón latiendo, bombeo en las venas de las sienes, lo percibes por los brazos y en la garganta de tortuga estirada fuera de casa. Haz las paces con el mundo y disfruta de luz y sombra por igual, porque dan formas de la nada -que no existen-, lo llenan, lo cubren todo aquí y ahí. Es un fenómeno. Como todo en la vida, onda, calor, energía, masa, velocidad y sobre todo distancia.

hombre en bicicleta

Vamos en un tren nocturno a Dali. Mientras ellas duermen escribo con el vaivén y el sonido ronco de las vías bajo mi vientre. De vez en cuando una luz naranja pasa por las paredes dando forma a las literas y a mi mismo.

(...)

en la sombra
te oigo respirar
pero no sé quién eres

(...)


La mañana no despeja el sueño. Una niebla extraña cubre los arrozales. Pasa un túnel. Podríamos salir a otro mundo y no me sorprendería lo más mínimo.

niño jugando al escondite

Últimamente me veo en el espejo y no me reconozco. Parece que mi verdadero yo se ha escondido en alguna parte y en su lugar está este personaje de arrugas en los ojos y facciones serias, mirada gris y cierto aire a penas ocultas o anhelos de otros tiempos.

Mujer

hombre durmiendo

Llover, hacer temblar el agua del lago verde, convertir en huidizos a los paseantes, rodear el sueño de los viejos bajo los tejados curvos, correr tu tinta negra, dar vida a las plantas y mantenerte bajo aquel sauce llorón que por una vez en la vida hacía honor a su nombre.

Natalia

Si lees esto mándame un correo a ramon@akenar.com porfa. Es que estoy en China y quería escribirte pero en mi correo de viaje no tengo tu dirección de e-mail.

¡Gracias!


:)

noche