miércoles, 13 de junio de 2007
cortina (última de la serie)
La verdad es que soy un pringao, sin más. Todo esto de las fotos es como una obra de teatro a la que juego de vez en cuando pero sin sentido ni nada de nada. Cuando se cierra el telón está la vida de detrás en la que soy capaz de perder mi coche en una calle, por ejemplo de Madrid, y tardar varias horas en recuperarlo -por no fijarme al aparcar-. Después de esas horas andando, de perderme, de encontrarme, he tenido tiempo de reflexionar acerca de dónde voy exactamente con todo esto que llaman vida: pues a estas alturas aún no lo sé. Esa es mi conclusión, treinta y dos años; que se dice pronto.
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1 comentario:
Bah! Es que lo importante no es a donde vamos, sino cuanto nos divertimos y aprendemos en el camino.
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